... you cunt: always get what you want.

... lo difícil es mantener el orden del asunto mientras las agujas del reloj te clavan detrás de la cabeza. Los pequeños clic clac se transforman a la larga en un zumbido cuando no sabes bien en que te has metido y lo sobrellevas, lo sobrellevas... hasta que se acaba el día y la noche en un mismo momento de implosión del que no te enteras, del que no te enteras nunca. Porque mientras duermes es que alguien le pone la firma a lo mucho o poco que hiciste... y creéme: el trabajo no dignifica una mierda. Todo mientras duermes.
No tengo noticias y escribo encandilado la mayoría de las veces olvidándolo todo sistemáticamente... Lejos de ser un accidente parece ser un mecanismo de brutalidad y de autodestrucción que me conmueve. Que me lleva lejos en éste propósito inflamable de la creación, en ésta tendencia infinita que en su finitud enaltece el negocio insoslayable a estas alturas... el "horror bussines" que nos mantiene alertas y que entre los colegas ha estado desde el principio de los tiempos. La transa, la experiencia, las drogas que dejé (y que sé exactamente donde...), la autodestrucción consciente y todo lo demás. Olvidando las letras que sueño con grabar alargo el letargo, me despojo de la oscuridad más pura que conocí nunca... de esa con la que te puedes ir a acostar pensando en que una vez más los engañaste a todos. Olvidando las letras y las secuencias de notas me queda un poco más de tiempo y no hago otra cosa que tomar aire... por ahora.
El taxista anarquista me mantiene pegado al asiento en velocidad crucero... Bangkok, la Isla de Menorca, Hamburgo, Tenerife, Amsterdam, Fez, Turquia siempre, La Boca, Barracas, Buenos Aires, Buenos Aires, Buenos Aires y Buenos Aires siempre... Los piratas, padre anarquista muerto, tio muerto, hermano anarquista muerto, un banco robado, la mafia de sicilia instalada en el norte de la gran capital, la barra de Boca Juniors, la música, el taxi, el pasado y el porvenir que se ve clarito por el parabrisa. Me ha dicho: no escribo un libro para no venderme. Yo me olvido las letras cuanto antes brother.
El negocio me lo conozco. En un lapso más bien corto y fructifero logré cortarla en grande con un puñado de canciones que terminé en dos noche y grabé en cuatro. En dos semanas estaba en el banco con una bolsa de nylon roja cobrando el "documento" (cuando el monto es menor es un cheque a secas, cuando la cosa va en serio: documento). Pensé en dejarle una propina a la cajera cual crouppier. Por más de que la bolsa se rebalsara de buena fortuna esto no era un casino y yo no estaba jugando. Pasé. Pagué el parquimetro con uno de los grandes. No tenía cambio me dice. Pues no tengo de menos le digo. Le indico la bolsa que reposa gloriosa en el asiento del acompañante... el botín, el neoprén de mis tiempos, abierta, impúdica, millonaria por fin. Vaya entonces me dice. Ah no si no. Después de eso nada cambia mucho, pero con certeza ya nada sigue siendo igual. En cinco semáforos repase la escalada no excenta de amargura. De la primera vez que tocamos por el corte de tickets en un lugar al que todas las demás banditas habían dado de baja por incumplimientos en el contrato. Lo que en concreto significaba que se los bailaron con la lana y en venganza hacían llamado públicos (sobre nuestras promociones!) de no asistir al lugar. El lugar se repletó igualmente y en el momento en que venía el truco, el timo, al final de la noche cuando los siguientes a bailar eramos nosotros sucedió algo maravilloso. El plan que habíamos trazado comenzaba a explotar en todas direcciónes: habíamos traido a uno de los nuestros con una serie de tickets que se le entregaban a cada uno de los que entraba en presencia certera del cerdo que al final de la noche se quedaba con la plata de los pichones. Poniendo en claro las cuentas cada cierto rato el cerdo metalero comenzaba a inquietarse en silencio. Le quedaba una carta bajo la manga... Al momento de hacer las cuentas y corroborar que el monto nuestro era abismante, estiró improvisadamente una serie de "costos fijos" que aún podían salvarle la noche. Un power de alimentación que "había arrendado" especialmente para nosotros... Cuando se entera de que nosotros habíamos traído el nuestro (lo del "arriendo" me lo propuso días antes y ya sonaba a timo) los ojos se le salieron y antes de cerrarlos había desaparecido de la oficina. Quedamos solos ahí, mirándonos. El lugar era nuestro y de eso se iba a tratar de ahora en adelante... Jiminelson= 1 Todos los demás= 0. Feliz navidad aquella del 2005. Comprando regalos a diestra y siniestra con el primer sabor dulce después de haberse roto el culo sin saber donde carajo estaba el dinero. Ya le estabamos siguiendo la pista y lo que había sucedido la noche anterior era una muestra de ello. Jo Jo Jo.

(to be continued as always...)

Love.


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