... "alimentar el espacio que se cierra".- No lo dije yo. Lo dijo ese que me dijo varias y me dejó dando bote otras tantas.
Aqui vamos hasta el final sin siquiera movernos, pretendiendo jamás quedarnos quietos. Aqui vamos desde el principio jugando nuestras fichas y nuestros dados esperando una combinación favorable. Un minimo guiño de las mil millones de chances de esas seis caras y de esos dos lados planos siempre. Entregados por quien sabe que a esa plena infinitud de colores que en una buena mañana se ofrecen y nada de lo que venden en la Avenida más cercana me sirve. Lo pienso cada vez que camino al trabajo: lo que quiero no lo venden.
Prosigo la ruta un poco más lento a cumplir mis cinco horas laborales que al convertirse en poco menos de ciento cincuenta a fin de mes me significan el salario. (Gano más, casi el doble en cuarenta y cinco minutos cantando ocho o nueve canciones sin mucha gana o bien dejándolo todo donde haya que dejarlo... y eso para mi es Classic!) Bendito seas Señor Jesucristo Todopoderoso.
He ensayado unas seis o cinco veces desde que llegué a Buenos Aires y cuando sabes que va a funcionar es casi mejor que el que esté funcionando. Ni bien había llegado y ya estaba. La base de la banda en pleno zumbando los aires del gran B.A. en una tarde soleada con brisa en el temerario barrio de Barracas, donde los taxis no paran en los semaforos porque esos pasajeros quieren algo más siempre, es la imagen cristalizada del reencuentro. Del reencuentro, sí, porque buscaba algo que ciertamente se me había perdido, algo que estaba por ahi tirandome las semillas de Hansel y Gretel en la cara dia y noche.... reencuentro por que esa sensación no es precisamente algo que no había encontrado antes. Maldita hijadeputa te tengo en mi closet de nuevo.
Hace menos de cuatro meses durmiendo con las pulgas al costado del piano de esa misma sala de ensayos pensaba en como carajo dar con el engranaje... pensaba cuan difícil podía ser armar una banda de nuevo... casi cuatro meses después escupo por la terraza hacia abajo de la gran casa mientras afilamos una version de "I´ve been loving you too long" de Otis Redding y no pasa nada. Aqui vamos de nuevo.... "with youuu my lifee has been sooou wonderful... "
La mayoría de los bateristas no saben lo que tienen. Con el tiempo y los fracasos se les engrosa el antebrazo y la muñeca y se les adelgaza el gusto y la puntería... cuantos talentosisimos bateristas habrán terminado reconsiderádolo TODO por lo escualido de las canciones del que seguían. No quiero saber porque no me importa casi nada, pero cuando se le pone una bomba a los sucesos normales y estos pasan a ser "paranormales" francamente dan ganas de pedir champaña, romper algo y sacarse una foto. Nunca pasa... El fuego viene desde atrás siempre, y antes desde adentro. Si eso no se cumple, dificilmente lo que viene a continuación llega a puerto (aún asi hay algunos que se quedan en la orilla y construyen su casa y viven felices rimando lo que se les ocurre al mirar una cesta de frutas, o la decoración del living y vamos con el delay y las distorsión...). De los bajistas ni hablar. Nunca conocí a ninguno y me duermen más placenteramente que las exposiciones de lo que sea... Nadie con un pulso normal puede querer tocar bajo. Nadie. De hecho los bajos, su forma y su peso son de las cosas mas horribles que conocí... aún así en la busqueda del sonido deben suprimirse las formas y ahondar en el efecto... si ha de ser bajo de seguro que lo será, pero por ahora déjate de hinchar con ese zumbido de mierda y guarda ese pedazo de árbol.
Nada será igual y eso no es novedad. Mis tesoros en una compraventa se llenarían de polvo y se devaluarían con el tiempo indefectiblemente. Por eso mismo los llevo conmigo y les hago un espacio (por más que éste escasee de vez en cuando). Entramos todos o no entra nadie... La Jiminelson Experiencia ha sido rebautizada a modo de ritual y las idas y las vueltas escribirán la historía sumidas en un silencio tan tenue que se congelan los huesos y la piel no funciona más que como un sensor expuesto... porque lo siento adentro y lejos de quemarme me incendia, me prende en llamas a miles de kilometros de los seres que mas quiero en el mundo y ese dolor es lo mejor que te puede pasar cuando eres joven y llevas el metal guardado en los bolsillos...
Aqui vamos hasta el final sin siquiera movernos, pretendiendo jamás quedarnos quietos. Aqui vamos desde el principio jugando nuestras fichas y nuestros dados esperando una combinación favorable. Un minimo guiño de las mil millones de chances de esas seis caras y de esos dos lados planos siempre. Entregados por quien sabe que a esa plena infinitud de colores que en una buena mañana se ofrecen y nada de lo que venden en la Avenida más cercana me sirve. Lo pienso cada vez que camino al trabajo: lo que quiero no lo venden.
Prosigo la ruta un poco más lento a cumplir mis cinco horas laborales que al convertirse en poco menos de ciento cincuenta a fin de mes me significan el salario. (Gano más, casi el doble en cuarenta y cinco minutos cantando ocho o nueve canciones sin mucha gana o bien dejándolo todo donde haya que dejarlo... y eso para mi es Classic!) Bendito seas Señor Jesucristo Todopoderoso.
He ensayado unas seis o cinco veces desde que llegué a Buenos Aires y cuando sabes que va a funcionar es casi mejor que el que esté funcionando. Ni bien había llegado y ya estaba. La base de la banda en pleno zumbando los aires del gran B.A. en una tarde soleada con brisa en el temerario barrio de Barracas, donde los taxis no paran en los semaforos porque esos pasajeros quieren algo más siempre, es la imagen cristalizada del reencuentro. Del reencuentro, sí, porque buscaba algo que ciertamente se me había perdido, algo que estaba por ahi tirandome las semillas de Hansel y Gretel en la cara dia y noche.... reencuentro por que esa sensación no es precisamente algo que no había encontrado antes. Maldita hijadeputa te tengo en mi closet de nuevo.
Hace menos de cuatro meses durmiendo con las pulgas al costado del piano de esa misma sala de ensayos pensaba en como carajo dar con el engranaje... pensaba cuan difícil podía ser armar una banda de nuevo... casi cuatro meses después escupo por la terraza hacia abajo de la gran casa mientras afilamos una version de "I´ve been loving you too long" de Otis Redding y no pasa nada. Aqui vamos de nuevo.... "with youuu my lifee has been sooou wonderful... "
La mayoría de los bateristas no saben lo que tienen. Con el tiempo y los fracasos se les engrosa el antebrazo y la muñeca y se les adelgaza el gusto y la puntería... cuantos talentosisimos bateristas habrán terminado reconsiderádolo TODO por lo escualido de las canciones del que seguían. No quiero saber porque no me importa casi nada, pero cuando se le pone una bomba a los sucesos normales y estos pasan a ser "paranormales" francamente dan ganas de pedir champaña, romper algo y sacarse una foto. Nunca pasa... El fuego viene desde atrás siempre, y antes desde adentro. Si eso no se cumple, dificilmente lo que viene a continuación llega a puerto (aún asi hay algunos que se quedan en la orilla y construyen su casa y viven felices rimando lo que se les ocurre al mirar una cesta de frutas, o la decoración del living y vamos con el delay y las distorsión...). De los bajistas ni hablar. Nunca conocí a ninguno y me duermen más placenteramente que las exposiciones de lo que sea... Nadie con un pulso normal puede querer tocar bajo. Nadie. De hecho los bajos, su forma y su peso son de las cosas mas horribles que conocí... aún así en la busqueda del sonido deben suprimirse las formas y ahondar en el efecto... si ha de ser bajo de seguro que lo será, pero por ahora déjate de hinchar con ese zumbido de mierda y guarda ese pedazo de árbol.
Nada será igual y eso no es novedad. Mis tesoros en una compraventa se llenarían de polvo y se devaluarían con el tiempo indefectiblemente. Por eso mismo los llevo conmigo y les hago un espacio (por más que éste escasee de vez en cuando). Entramos todos o no entra nadie... La Jiminelson Experiencia ha sido rebautizada a modo de ritual y las idas y las vueltas escribirán la historía sumidas en un silencio tan tenue que se congelan los huesos y la piel no funciona más que como un sensor expuesto... porque lo siento adentro y lejos de quemarme me incendia, me prende en llamas a miles de kilometros de los seres que mas quiero en el mundo y ese dolor es lo mejor que te puede pasar cuando eres joven y llevas el metal guardado en los bolsillos...
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